El emotivo homenaje que recibió hace un par de años Severiano Ballesteros en la BBC confirma que las flores hay que ponerlas en vida. Seve, que hoy ha protagonizado espectaculares primeras páginas en medio mundo, siempre se quejó de no ser profeta en su tierra. Y su lamento, lejos de ser victimista, es una prueba evidente de que aquí en España nos cuesta mucho reconocer en vida los méritos ajenos. Otra vez el cáncer, maldita palabra, se lleva a uno de los grandes grandes y nadie se lo ha dicho con el homenaje que se merecía. Por extraordinario deportista, por extraordinaria persona y por extraordinario embajador de un país que también empezó a sonar en el mundo a base de los golpes magistrales del genio de Pedreña.

Lo dicho: esforcémonos por poner las flores en vida y reconocer las cosas. Que sólo con las flores en la muerte el difunto pues... ya no se entera.
Foto: Stuart Franklin (publicada hoy en la portada de El País)

Lo dicho: esforcémonos por poner las flores en vida y reconocer las cosas. Que sólo con las flores en la muerte el difunto pues... ya no se entera.
Foto: Stuart Franklin (publicada hoy en la portada de El País)
Estoy deacuerdo contigo, no hay que esperar al final para decir un simple "te quiero" o "gracias", siempre es mejor ahora que más tarde cuando ya es inutil.
ResponderEliminarHolla,Me Disfruta su pagina,buen espacio, Te falta sólo un botón de traducción el resto tudo ok!
ResponderEliminarAdios
excusa mi horrible espanol!
Es que las cosas se hacen cuando realmente se están sintiendo y viviendo, estos son los logros más merecidos.
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