Una torpeza en la web del INE desvela antes de tiempo que hay más de 4.600.000 parados en España. El paro afecta ya al 20% de la población activa y duplica la media europea. Los dichosos brotes verdes están bajo tierra. ¿Y el Gobierno? También bajo tierra. ¿Y los primeros culpables de todo esto? Pues almorzando con su señora Avaricia. Que hay que seguir alimentándola.
Creo que el fallo fue en la web del INE, no del INEM.
ResponderEliminarLa empanada repite, pero el ajo también:
ResponderEliminar¿Y los verdaderos responsables de todo esto? ¿Y Los especuladores, banqueros y grandes empresarios, los que tienen el dinerito? ¿Bajo tierra también?
Hace unas semanas cayeron las retinas al leer en ABC una entrevista con el broker español Josef Ajram, que respondía con asquerosa sinceridad a la siguiente pregunta sobre la situación económica:
-Y para sortear la crisis, ¿qué?
-Me sabe mal decir esto, pero para el especulador de bolsa la crisis ha sido una grandísima noticia porque tanta incertidumbre y volatilidad ha procurado un buen año de negocio.
La esperanza no vale dinero, por eso es lo último que se pierde.
Marcus, ya está corregido el error. Es por escribir un post desde el iPhone tras calentarme viendo un telediario. Muchas gracias por el aviso ;-)
ResponderEliminar¿Cuál era el verdadero problema que delataba el famoso Financial Times? No era que la deuda pública española fuera inferior a cualquiera otra deuda de cualquier otro país europeo, como se afanan en reiterar y reiterar las bocinas socialistas, el verdadero problema es que la solvencia española está en entredicho porque nadie confía en que seamos capaces de generar los recursos necesarios para poder dejarla presentable como nuestros socios quieren. Nadie cuestiona la solvencia de Francia o Alemania o de Los Estados Unidos, a pesar de que su deuda es mucho mayor que la nuestra, pero todo el mundo sabe, excepto nuestro iluminado presi, que sus recursos económicos, fruto en gran medida de una dinámica de empleo mucho más fluida que la nuestra, de un arraigo tecnológico y de una independencia energética resuelta, de una educación y de un nivel de vida incomparables, cubren con creces una eventualidad económica que puede presentarse en cualquier país moderno, donde el libre albedrío de la libertad económica y de la oportunidad para todos, pueda brindar ocasionalmente algún exceso que nos obligue a frenar un poco y recomponer el sistema para evitar que caiga. Es lamentable, que la “cultura del control” meta en el mismo saco la estafa y el albedrío del préstamo hipotecario para cuestionar el ideario de la libertad económica y política, y así pretender calzar hábilmente el ideario del alineamiento económico y social, demostrándose amargamente que trepar en la cadena vertical del partido puede ser mucho más rentable que asumir los riesgos que implican tomar la delantera y comprometer el capital de muchos empresarios y españoles con iniciativa, muy distintos a otros a los que se desconoce cualquier oficio o beneficio anterior alguno antes de atreverse a asumir responsabilidades que ahora les vienen grandes. En fin, en realidad no somos nadie, América y Europa van por otro camino, y nosotros a la espera de que la providencia nos saque del atolladero. La suerte está echada.
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