En una sobremesa tras una gran laconada campestre de 22 adultos y sus 13 inquietos niños resurgió ayer el asunto de la cantidad de injusticias que generan los radares de Tráfico y sus recaudadoras ubicaciones. Hace dos años y medio desde aquí se hicieron un par de recomendaciones a las autoridades pertinentes:
• Repongan cuanto antes las miles de señales que indican «Fin de prohibición». En multitud de tramos limitados a 50 km/h no hay señal que marque el punto exacto donde podemos volver a acelerar (sí, la señal blanca de la imagen). Son las señales semidesconocidas porque no se han puesto... o se han robado. Conozco tramos en Galicia en los que estás obligado a ir a 50 km/h durante 30-40 kilómetros después de haber pasado por varias localidades.
• Señores de Fomento y Tráfico, repasen exhaustivamente la señalización, especialmente los límites de velocidad. Cualquiera que viaje habrá visto infinidad de carreteras reformadas con señalización referente a trazados antiguos. Algunos ejemplos resultan tan ilógicos como peligrosos para nuestro saldo de puntos.
Casi tres años después la cosas siguen igual, o peor. Tanto, que hay más fotomatones, y por tanto más cash multimillonario para Tráfico. Incluso en salidas de autopista, en pleno tramo de bajada y a sólo 100 metros de la señal que indica 100 por hora... Ya sabemos que todo esto lo pagamos justos por pecadores mientras seguimos viendo --afortunadamente, cada vez menos-- a esos energúmenos al volante haciendo de fitipaldis y poniendo en peligro la vida del resto.
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Sin ánimo de quitarte la razón, que tienes mucha con respecto a la mala gestión del tráfico: hace ya muchos años que leí el código de circulación, pero recuerdo que el límite de velocidad de 50 al atravesar una población, termina donde está la señal que indica el final de la misma, esas que tienen el nombre del lugar "tachado" con una franja roja diagonal. Supongo que seguirá vigente.
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