[...] «Asomarse a esa inmensa taberna que son los blogs y foros de Internet, en España, le hace tener a uno la sensación de vivir en una región ocultamente furibunda, en la que más vale no entrar, si es posible».
►► El escritor Javier Marías, ayer en un artículo de El PaísGeneralizar es siempre malo. Y hablar de lo que uno reconoce que desconoce, malo maloso.
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LHD :: Existimos
Estoy contigo, pero lleva más razón que un santo en eso de: Pero lo que más me ha desagradado es el frecuente tono insultante de los comentarios y el veneno que a menudo destilan. Amparados en el anonimato cobarde de los llamados nicks, no hay asunto que no les merezca a unos cuantos blogueros toda suerte de improperios. No veo que se discuta ni argumente apenas, sino que más bien se lanzan denuestos y groserías como en las tabernas más zafias. Hay en este mundo, o eso parece, una desproporcionada cantidad de odiadores, o llámenlos negativistas, resentidos, amargados, venados.
ResponderEliminarLitúrgico, casi. Cuánto daño hace tanto anónimo. Aunque, pensándolo bien, no deja de ser fiel reflejo de nuestra sociedad.
Un saludo
¿De verdad? Hay días en los que me acerco a la red furibunda y me voy con un sentimiento de agradecimiento hacia personas con las que jamás he cruzado una palabra y es posible que jamás llegue a conocer.
ResponderEliminarPues en este blog, al que sigo desde hace años, es muy difícil ver a gente y comentarios furibundos. Salvo algún energúmeno/a que se salta las normas de vez en cuando, señor Marías por aquí y en muchos otros blogs que leo a diario yo no veo nada de lo que usted dice. Si desconoce algo ¿por qué opina con esa fuerza hablando casi ex cátedra?
ResponderEliminarPues, ya se sabe, nuestro antepasado común es el famoso "hombre de las tabernas". Ni más, ni menos.
ResponderEliminarMenudo pringao...
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