Hoy no es día mundial de la libertad de expresión, tampoco es la jornada global contra la censura. No importa, porque esas carencias y abusos deben gritarse todos los días. Por eso hoy me da por aquí y recuerdo que no hay que olvidarse de los más de 60 blogueros que están encarcelados en todo el mundo por teclear lo que piensan:
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