El líder del PP desvelará hoy la incógnita sobre su futuro
Mariano Rajoy se despidió en la noche del 9-M con un entrecortado adiós que está dando mucho que hablar. Fue en el balcón de la sede del PP en la calle Génova ante cientos de medios de comunicación que miraron con lupa cualquier gesto y movimiento, en busca de una pista sobre su futuro político. La derrota del PP en estas elecciones cayó como un jarro de agua fría en el aparato popular. Especialmente en Rajoy, que vive en las últimas horas una fuerte presión mediática. Muchos se refieren a una crisis de liderazgo cuando en realidad los grandes pecados del PP han sido sus actitudes, su afán crispador, su tremendismo y su ausencia absoluta de autocrítica. No lo olvidemos, Rajoy antes de entrar en la cocina política de Aznar era un sólido líder político muy valorado por la opinión pública. Pero el tiempo y las malas compañías han pulverizado ese valioso crédito. Lo han empequeñecido como a una marioneta.
Esa tarde Rajoy dará una rueda de prensa sin su niña y sabremos si decide abrir el melón de la sucesión. Sabremos si quiere seguir en la primera división de la política o si otros han decidido que debe irse. Sabremos si opta por necesarias reformas internas en el PP o si tira la toalla, tan sudada ella. Todo apunta a que optará por quedarse un tiempo para asfaltar adecuadamente el camino de su sucesión. Si es así, que se desprenda cuanto antes de la herencia ideológica y el molesto coro de palmeros de Aznar, la auténtica losa que impide que el PP despegue. A partir de las cinco de la tarde saldremos de dudas. O no.
Actualización, 12.55
Empieza el baile. La rumorología especula con la sustitución de Ángel Acebes en la Secretaría General del PP por Pío García-Escudero. Otro de los afectados por este cambio forzoso sería Eduardo Zaplana, que podría ser sustituido por Soraya Saénz de Santamaría en la portavocía del Grupo Parlamentario Popular en el Congreso...
La Voz de Galicia :: Acebes comunica a su entorno que dejará la secretaría general del PP
Mariano Rajoy se despidió en la noche del 9-M con un entrecortado adiós que está dando mucho que hablar. Fue en el balcón de la sede del PP en la calle Génova ante cientos de medios de comunicación que miraron con lupa cualquier gesto y movimiento, en busca de una pista sobre su futuro político. La derrota del PP en estas elecciones cayó como un jarro de agua fría en el aparato popular. Especialmente en Rajoy, que vive en las últimas horas una fuerte presión mediática. Muchos se refieren a una crisis de liderazgo cuando en realidad los grandes pecados del PP han sido sus actitudes, su afán crispador, su tremendismo y su ausencia absoluta de autocrítica. No lo olvidemos, Rajoy antes de entrar en la cocina política de Aznar era un sólido líder político muy valorado por la opinión pública. Pero el tiempo y las malas compañías han pulverizado ese valioso crédito. Lo han empequeñecido como a una marioneta.
Esa tarde Rajoy dará una rueda de prensa sin su niña y sabremos si decide abrir el melón de la sucesión. Sabremos si quiere seguir en la primera división de la política o si otros han decidido que debe irse. Sabremos si opta por necesarias reformas internas en el PP o si tira la toalla, tan sudada ella. Todo apunta a que optará por quedarse un tiempo para asfaltar adecuadamente el camino de su sucesión. Si es así, que se desprenda cuanto antes de la herencia ideológica y el molesto coro de palmeros de Aznar, la auténtica losa que impide que el PP despegue. A partir de las cinco de la tarde saldremos de dudas. O no.Actualización, 12.55
Empieza el baile. La rumorología especula con la sustitución de Ángel Acebes en la Secretaría General del PP por Pío García-Escudero. Otro de los afectados por este cambio forzoso sería Eduardo Zaplana, que podría ser sustituido por Soraya Saénz de Santamaría en la portavocía del Grupo Parlamentario Popular en el Congreso...
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