
Memorable. La política salta al audiovisual. Será que tanto unos como otros ya han hecho desde el poder buenas prácticas manipulativas en las televisiones públicas. Y le han cogido gustillo a la edición de imágenes y sonido. Viene la videocracia. Al carajo la casa de todos, el Parlamento. Y al carajo también el respeto a la inteligencia y la tranquilidad de la opinión pública. Lo que nos queda hasta las municipales... Un solo consejo: registren al personal en las reuniones de empresa o de la comunidad de vecinos. Cacheen a todo el mundo en busca de minicámaras. No vaya a ser que ese de la esquina, el que nunca habla, grabe imágenes de alguien diciendo lo que no tenía que decir. Digo yo.
Está claro, «aquí no hay quien viva». Un corresponsal de radiopatio.
ResponderEliminarLos españoles estamos creciendo a pasos agigantados, somos cada vez más altos, con más colesterol, más hipotecas, más ONGs, más billetes de 500 y hacemos uso de las últimas tecnologías en imagen y sonido porque estamos entrando en la fase de analfabetismo funcional, es decir, si no lo veo no lo creo. Necesitaríamos aún más televisiones partidistas que nos permitieran desarrollar un criterio comparativo.
ResponderEliminarTotal. Para oír lo que se oye es mejor verlo.
Yo, en particular, me quedo con el programa del humor amarillo, el de los japoneses sufridores. Me río más.
Nada, nada, como esto siga por este camino de aqui a poco como en el ya legendario parlamento de Taiwan, a palos.
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